"He recorrido más de 10 carnicerías de este a oeste en Caracas, pero no logré comprar carne; en los mercados y carnicerías no hay nada, solo venden algunos puestos itinerantes en las calles y las colas (filas) son kilométricas; hice una y después de cuatro horas esperando dijeron que se había acabado", dijo a Sputnik Nancy Brito.
El vicepresidente para el área Económica, Tareck El Aissami, aseguró que la lista de precios controlados se fijó tras varias semanas de discusiones con comerciantes, productores y distribuidores y aseguró que la desaparición de estos productos "no tiene nada que ver con el precio acordado".
"En el sector cárnico persiste una intención velada de boicotear y esconder el producto; no vamos a permitir que nos sigan saboteando y afectando al pueblo venezolano, vamos a tomar las medidas necesarias", dijo El Aissami.
Además, el vicepresidente aseguró que algunos productores trasladan sus mercancías ilegalmente a Colombia, provocando desabastecimiento en Venezuela.
Son "sectores que planean seguir con la política criminal del contrabando de extracción hacia Colombia en complicidad con el Gobierno y las autoridades colombianas; no solamente contrabandean el combustible, sino que también la carne", denunció.
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Mientras, algunos venezolanos han optado por sustituir la carne por otros alimentos.
"Teníamos pollo, se acabó y no hemos conseguido más, ahora estamos comiendo lentejas solo con sal, porque el ajo y la cebolla están muy caros, espero que el Gobierno esta vez sí tome las medidas correctas y se obligue a los comerciantes a vender al precio acordado", acotó Carmen Sánchez.
El pasado 22 de agosto el Gobierno publicó en la Gaceta oficial una lista de precios de 25 productos.
En esa lista, el precio obligatorio de la carne de vaca es de 90,5 bolívares soberanos (1,4 dólares a la tasa oficial), el del pollo 78 (1,2 dólares), y el de 30 unidades de huevo de 81,5 bolívares 81 centavos de dólar).
El tipo de cambio oficial está en 61,57 bolívares por dólar.
"Ese precio no es real, porque cuando el Gobierno anunció el aumento de salario, todo aumentó, lógicamente debemos pagar más a los empleados, y el dólar paralelo también aumentó, lo que hace que aumente todo, y no podemos fijar el precio de la carne mientras lo demás sube, porque no hay ganancia", aseguró el dueño de una carnicería del sureste de Caracas que prefirió no ser identificado.
Ante esta situación los propietarios de las carnicerías optan por mantener las puertas abiertas y las neveras vacías, pues sostienen que los distribuidores solo les venden el producto por encima del precio regulado.
Mientras, algunos habitantes aseguraron que compran la carne en sitios virtuales que escapan del control de precios y que se comercializan por kilo entre los 200 y los 400 bolívares (3,2 y 6,4 dólares según la tasa oficial y entre 2 y 4, según el tipo de cambio paralelo).
Además, estos alimentos carecen de garantías sanitarias.
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, Armando Chacín, aseguró que existe una solicitud a las autoridades de que fijen el precio de la carne en un dólar por kilogramo, al tipo de cambio paralelo, y así mantener la producción.