Cuando queda tan solo un paso para poner fin a esa pesadilla, EEUU deja claro que no lo va a permitir. De cara a la batalla final contra los terroristas de las fuerzas gubernamentales sirias con el apoyo de Moscú y Teherán, EEUU está aumentado su despliegue naval militar en la zona.
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Según The Wall Street Journal, el presidente norteamericano, Donald Trump, está barajando atacar, además de las tropas de Damasco, a las unidades rusas e iraníes. El pretexto sería un ataque químico que se perpetraría por Daesh y del cual se tiene previsto responsabilizar a Bashar Asad, según datos operativos provenientes de Rusia.
Refiriéndose a los objetivos que persiguen EEUU y sus aliados en la zona, destacó que no es una coincidencia que se trate de una región ubicada "a las puertas de Rusia" y, por lo tanto, muy sensible para la seguridad del gigante euroasiático, al que se quiere "poner de rodillas".
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El analista español Javier Colomo Ugarte, doctor en Geografía e Historia, tampoco duda de que la llamada coalición internacional liderada por EEUU intenta salvar "el último foco" terrorista en Siria, cuya "erradicación" significaría el fin de "la guerra" y, como consecuencia, ya no habría razones para la presencia militar occidental en la zona.
