Al menos eso declaró el presidente del departamento de relaciones externas del Sínodo, metropolitano Ilarión, en una entrevista con la cadena Rossiya 24.
El líder ortodoxo indicó que fueron los cismáticos no reconocidos quienes pidieron la autocefalía, y esta es la causa del conflicto actual entre Constantinopla y Moscú. Ilarión advirtió de que la legitimación del cisma podría llevar a la "desintegración de todo el cristianismo ortodoxo".
"Claro que tendremos una respuesta, pero las fechas exactas dependen de la dinámica de la evolución de este proyecto de autocefalía. En otras palabras, la legitimación del cisma ucraniano", consideró.
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El portavoz ortodoxo admitió que, al destruir "sin el consentimiento de las iglesias locales" la estructura canónica de la Iglesia que había existido durante siglos, el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla rompe el marco legal de la Iglesia Ortodoxa.
"La Iglesia Ortodoxa de Rusia no reconoce esta autocefalía, y no tendremos otra opción que romper los vínculos con Constantinopla", lamentó.
El 7 de septiembre, el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla anunció en su cuenta de Facebook que había delegado en los obispos Daniil e Ilarión, de EEUU y Canadá, respectivamente, como sus exarcas en Kiev, algo que el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa de Rusia calificó de "grave violación de los cánones de la iglesia".