"El mercado brasileño seguirá necesitando el gas boliviano en los próximos años, más allá de lo asegurado con Petrobras, que por su parte seguirá siendo un cliente importante", declaró Sánchez a reporteros.
El contrato por 20 años entre la estatal boliviana YPFB y la brasileña Petrobras, que establece un bombeo de hasta 30 millones de metros cúbicos diarios (mmcd) al mercado de Sao Paulo, debe vencer en 2019, pero se prolongará hasta 2024 para completar los volúmenes pactados, según precisó el ministro en un informe previo.
Sánchez dijo que los volúmenes diarios remanentes de esa exportación de gas y los que compraría Petrobras en un futuro contrato que ya se está negociando serán aproximadamente la mitad de los 30 mmcd contratados actualmente.
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Destacó que, en esa perspectiva, Bolivia trabaja para compensar con la demanda de otras empresas brasileñas las menores compras de Petrobras.
Otro cliente en Brasil será el gigante ruso Acron, que se está haciendo cargo de varias industrias de fertilizantes para las que requiere de YPFB, su socio en esos proyectos, una provisión de 4,0 mmcd.
Además, destacó Sánchez, YPFB está a punto de cerrar contratos para proveer gas a plantas termoeléctricas en las ciudades brasileñas de Corumbá y Cuiabá.
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Confiando en esos nuevos proyectos, YPFB negocia también la exportación de gas natural a Paraguay, mediante un ducto que atravesaría la región del Chaco con una capacidad de hasta 4,0 mmcd.
La consultora canadiense Sproule certificó recientemente que Bolivia tenía, a fines de 2017, una reserva probada de gas de 10,7 billones de pies cúficos.
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