Las hendiduras parecen seguir un patrón concreto, por lo que los científicos no entienden qué —o quién- podría haberlas producido. Las encontraron gracias a un robot, a cuatro kilómetros de profundidad en las aguas entre México y Hawái.
El jefe de la investigación, Leigh Marsh, explica que, según los datos del equipo, las depresiones no se generaron aleatoriamente, sino que "forman una línea curva, trazos, que casi parecen huellas". Añade que "estos rastros no han aparecido accidentalmente".
It's beaked whales. There was literally a paper about this last week. Article quotes the author. Sheesh.
— Andrew Thaler (@DrAndrewThaler) September 5, 2018
UFO Claim: Strange footprints discovered FOUR KILOMETRES beneath ocean surface https://t.co/DNQOwD7gXJ pic.twitter.com/NgAhD6wyFJ
Si bien las teorías más rocambolescas ya han comenzado a hacer acto de presencia —entre ellas, la intervención alienígena—, los responsables del hallazgo señalan que una ballena con nariz de espada —también conocidas como zifios o ballenas picudas— podría haber sido la causante. Si bien se sabe que estos mamíferos no acostumbran a bajar a tanta pofundidad, lo cierto es que en el pasado ya se han encontrado huellas parecidas en otras partes del globo y han revelado que las ballenas, como mínimo, sí son capaces de sumergirse cuatro kilómetros o incluso más.
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El equipo también ha señalado que las ballenas picudas y lo cachalotes son "los mamíferos más complejos y menos comprendidos de todos los marinos" y que podrían ser los causantes de estas enormes huellas.
