Según el rotativo, durante las reuniones que mantuvieron los militares venezolanos contrarios a Maduro y los funcionarios estadounidenses se trató de dar un golpe de Estado. Sin embargo, desde EEUU se decidió no ayudar a los militares y el plan quedó estancado. Las conversaciones podrían haberse dinamitado porque uno de los comandantes venezolanos estaba en la lista sancionada de oficiales corruptos de Venezuela.
"Solicitaron a Estados Unidos que les proporcionaran radios cifradas porque aseguraron que tenían que comunicarse de manera segura mientras desarrollaban un plan para instalar un gobierno de transición que fuese liderado por el Ejército para que se pudiesen convocar elecciones", publica The New York Times.
Según el excomandante venezolano, fueron por lo menos tres los grupos dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas los que habrían conspirado contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
La Casa Blanca se ha limitado a señalar mediante un comunicado que era necesario "participar en un diálogo con todos los venezolanos que expresan el deseo de restablecer la democracia con el fin de aportar un cambio positivo a un país que ha sufrido mucho bajo el Gobierno de Maduro".
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