"Rusia no tuvo ni tiene nada qué ver con los eventos en Salisbury, Rusia no está involucrada de ninguna manera", dijo Peskov.
"Para nosotros es inadmisible toda acusación contra las autoridades rusas", comentó.
En cuanto a los dos supuestos sospechosos del caso Skripal, supuestamente ciudadanos rusos, el portavoz señaló que "para verificar sus identidades y tener una base legal para hacerlo, necesitamos una solicitud británica".
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Peskov constató que Rusia propuso colaborar en la investigación desde el principio pero el Reino Unido lo rechazó.
"Si para ellos no tiene sentido, no podemos sino lamentarlo", comentó la opinión de que Londres no envía solicitudes a Rusia en relación al caso Skripal porque cree que no tiene sentido tras el caso de Alexandr Litvinenko, envenenado con polonio.
A principios de marzo, el exagente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron atacados con una sustancia de efecto neuroparalizante en la ciudad de Salisbury.
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongaría por varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento de los Skripal y afirmó que la sustancia implicada fue supuestamente desarrollada por químicos rusos.
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Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación y también a los Skripal, ambos dados ya de alta y en paradero desconocido.
El 5 de septiembre Scotland Yard publicó fotos de dos supuestos sospechosos involucrados en el envenenamiento en Salisbury, identificados como nacionales de Rusia, Alexandr Petrov y Ruslán Boshírov.
La Cancillería rusa puso en duda la autenticidad de los datos.