En la conferencia de prensa junto a su par finlandés, Sauli Niinisto, el mandatario galo declaró que la Unión Europea debe tener una visión estratégica común y desarrollar una cooperación importante con sus vecinos más cercanos, en particular en materia de defensa, al indicar que tal colaboración tanto con Turquía como con Rusia, permitiría normalizar sus relaciones con el bloque comunitario.
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Rolando Dromundo, doctor en Geopolítica de la Universidad de Pisa en Italia, opina que la de Macron "es una intención real de una parte del establishment europeo, sobre todo el núcleo franco-alemán. Ellos siempre se han dado cuenta de que tienen que tener más autonomía en la decisión y en la relación con respecto a Rusia. Más autonomía de lo que les pide EEUU que hagan".
"Se dan cuenta que tienen que tener un enfoque mucho más pragmático en la relación con Rusia que es importante en muchos sentidos, como el energético y la seguridad, y que no pueden tener la misma posición que EEUU", manifestó Dromundo, quien duda que tal enfoque pueda aplicarse en el largo plazo.
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Y como todo tiene que ver con todo, la inmigración se ha convertido en un arma política y arrojadiza y que podría causar un cambio en el mapa político europeo en la primavera de 2019, más precisamente el próximo mes de mayo. Nadie es ajeno a esta cuestión. Y Macron quiere hacerse con el timón para enderezar una nave en la que algunos miembros de la tripulación quieren fijar el timón rumbo al euroescepticismo.
En su exposición junto a Niinistö, Macrón disparó: "Hay una visión nacionalista y otra progresista que están claramente enfrentándose en temas migratorios. Hay algunas personas que quieren fracturar Europa, que quieren menos Europa, menos solidaridad europea".
Esto, en respuesta a unas palabras que había pronunciado Orbán un par de días antes en la ciudad italiana de Milán, quien afirmó que "ahora mismo en la UE hay dos bloques, uno liderado por Macron […], que es el jefe de los partidos que apoyan la inmigración, y por otra parte estamos nosotros, que queremos frenar la inmigración ilegal. Esta es la situación actual".
Pero hay más jugadores y jugadas en este partido. En Suecia crece el soberanista Partido Demócratas, y en Holanda, el líder del Partido por la Libertad, y parlamentario europeo, Geert Wilders, canceló un concurso de caricaturas de Mahoma que contaba con un premio de 10.000 euros, tras ser amenazado de muerte.
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El cóctel está servido, y es explosivo. Para Dromundo, todo esto tiene más que ver con el sistema, que con los migrantes.
"Es un sistema que paulatinamente ha aportado a un deterioro del nivel de vida de la población en varios sentidos, y varios partidos aprovechan: es más fácil culpar al extranjero en vez de culpar a un sistema que no funciona, que ha llevado al deterioro de 'welfare state' en el que han vivido los europeos después de la Segunda Guerra Mundial", concluye Rolando Dromundo.