El empresario Gustavo Jiménez Pons ha asegurado que el lujoso taxi serviría para que lo alquilasen "los presidentes de otros países que no tienen aeronaves privadas o bandas de rock como los Rolling Stones", según publica el periódico El Universal, aunque también ha invitado a López Obrador a utilizarlo cuando lo considere oportuno. Jiménez Pons es dueño de la empresa GBS Air Enterprises y excandidato a la Presidencia de la República.
"Podemos invertir 1.900 millones de pesos", ha dicho el empresario. Esto equivale a 99 millones de dólares. La propuesta, entregada por carta al presidente electo, incluye también representar al Gobierno en la comercialización de las demás aeronaves de la flotilla que mantiene la Administración federal, e incluso se podría hablar de adquirir alguna.
El avión —un Dreamliner 787— se lo había comprado a Boeing en 2016 el hasta ahora presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.