La revisión quiere esclarecer si "las estrellas de los medios sociales" informan adecuadamente a sus usuarios de las relaciones comerciales y de patrocinio que les une a fabricantes, distribuidores o promotores de los productos, servicios o lugares que respaldan en sus medios digitales.
"Ejercen una gran influencia en lo que sus seguidores compran o hacen y si la gente ve ropa, cosmético, un coche o unas vacaciones promovidos por alguien a quien admiran, pueden sentirse persuadidos de adquirirlos", explica George Lusty, director de protección del consumidor en la CMA.
Lusty considera por tanto "muy importante" que el usuario conozca si una "celebridad está promocionando" un producto debido a su experiencia después de comprarlo o "porque una marca le ha pagado o le está agradeciendo de alguna forma".
La autoridad ha comenzado a recabar información de los más influyentes blogueros sobre los contenidos y diseños de sus espacios digitales, además de detalles de los acuerdos comerciales que hayan cosechado.
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La ley británica del consumidor prohíbe utilizar contenidos editoriales para avanzar un producto que está patrocinado externamente sin indicarlo claramente en el texto o en mensajes audiovisuales.