"El Gobierno de Colombia rechaza las declaraciones del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en las que afirmó que Colombia tiene intereses golpistas en la crisis política que afronta su país", dice el comunicado.
El Gobierno nicaragüense afirma que la crisis que vive Nicaragua desde el 18 de abril pasado, cuando comenzaron las manifestaciones contra la administración de Ortega, tiene que ver con un "golpe blando".
Colombia destacó en el comunicado que "fundamenta sus actuaciones frente a Nicaragua y otras naciones en el marco de sus obligaciones como firmante de la Carta de la Organización de Estados Americanos y de la Carta Democrática Interamericana, por lo tanto, seguirá actuando en defensa de la democracia".
Además: Daniel Ortega: cultura expansionista de EEUU no perdona victoria del sandinismo
El pronunciamiento de Colombia se da luego de que Ortega dijera el lunes que no descarta que el Gobierno de Duque, que asumió el 7 de agosto, respalde a la oposición nicaragüense y a grupos internacionales que, a su entender, buscan derrocarlo.
"Cuidado está pensando, o cuidado le han ido a plantear los golpistas, terroristas, vendepatrias, que le ayuden a salir de este Gobierno", afirmó Ortega en un discurso por el 38 aniversario de la Fuerza Naval de su país.
Asimismo, se refirió al litigio limítrofe que tiene con Colombia y sobre el fallo de la Corte Internacional de Justicia que en 2012 le otorgó a Nicaragua una porción de aguas colombianas.
"No dudaría que los golpistas le estén ofreciendo ya a Colombia anular ese fallo, rechazar ese fallo y que Colombia se quede con todo ese mar territorial nicaragüense, a cambio de que Colombia se meta de lleno en la conspiración golpista", agregó.
Añadió que no pueden "descartar nada porque para un traidor, un vendepatria, poco le importa la soberanía".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos informó el 2 de agosto en un comunicado que desde el comienzo de las protestas y hasta el 30 de julio fallecieron 317 personas, 21 de ellas policías.
No te lo pierdas: "En Nicaragua vamos a tener que enfrentar las consecuencias de la ruptura del tejido social"
La no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos informó el 26 de julio pasado que los muertos llegaron a 448.
