"El Reino Unido ha invitado a expertos técnicos independientes de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) a viajar al Reino Unido para recolectar más muestras", dice el comunicado oficial.
"Las muestras se analizarán en laboratorios internacionales de gran reputación designados por la OPAQ", consta en el comunicado.
Más tarde, la OPAQ informó haber aceptado la solicitud de Londres.
"En respuesta a la solicitud, la OPAQ desplegará un equipo de asistencia técnica para su posterior visita al lugar, con el fin de recolectar las muestras adicionales", dice el comunicado de la organización.
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Se indica que "una vez que se reciban los resultados del análisis, el informe será enviado al Reino Unido".
Los expertos de la OPAQ llegarán al Reino Unido la semana que viene, según informaron a Sputnik en el Ministerio de Exteriores británico.
Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque, aunque Scotland Yard todavía continúa la investigación.
Moscú rechaza rotundamente las acusaciones al calificarlas de infundadas.
Según la Cancillería rusa, se enviaron decenas de notas al ente homólogo británico con solicitudes de acceso a la investigación y propuestas de colaborar en las pesquisas, sin embargo, todas fueron ignoradas.
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Posteriormente, el 30 de junio, los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en el hospital con señales de envenenamiento, tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
El cuerpo de Sturgess fue incinerado el 30 de julio.
Mientras, Rowley mejoró y recibió alta médica.
Las autoridades británicas relacionan la sustancia con la que fueron intoxicados los nacionales británicos con el agente empleado en el ataque contra Skripal y su hija Yulia.
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