Según el estudio, publicado en la revista Journal of Sex & Marital Therapy, tras alcanzar el orgasmo, algunos hombres se ven frustrados por la propia intimidad física y a veces incluso lloran.
Es decir, es un problema común tanto para hombres como para mujeres. No obstante, los varones de mediana edad se ven más expuestos a este trastorno y por eso tienden a sentirse enfadados o irritados después de tener sexo.
Te puede interesar: Por qué las lesbianas tienen mejor sexo que las mujeres heterosexuales
El reciente estudio incluía una encuesta anónima, en la que participaron más de 1.200 hombres que confesaron que el acto sexual no les daba ningún placer.
Entre las principales causas del trastorno, los científicos destacan el estrés del trabajo, las tensiones familiares o violencia que los afectados sufrieron durante su infancia o adolescencia.
Además: ¿Se puede vivir sin sexo?