"La embajada no recibió ninguna solicitud oficial al respecto, además, debemos volver a constatar que ya hubo al menos un centenar de filtraciones de este tipo que citan a fuentes anónimas desde el incidente en Salisbury, por lo tanto, no confiamos en los informes de medios no confirmados", dijo la fuente.
El 6 de agosto, el diario The Guardian, citando fuentes gubernamentales y de seguridad informó que el Reino Unido pedirá a Rusia que extradite a los sospechosos del envenenamiento de los Skripal.
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A su vez, la Fiscalía del Reino Unido no comentó la información sobre la supuesta solicitud de extradición, hecha a Rusia, de los sospechosos del envenenamiento de la familia Skripal.
Los nombres de los dos sospechosos no se han revelado.
"No tenemos comentario alguno sobre este artículo", dijeron a Sputnik en la Fiscalía.
"Se trata de un ejemplo más de especulación, pues la investigación continúa y cualquier información oficial debe partir de la policía", declaró la fuente en el Ministerio de Exteriores británico.
Los materiales presentados en el periódico señalan además que el envenenamiento de Serguéi y Yulia Skripal en Salisbury se investiga conjuntamente con el incidente en Amesbury del pasado 30 de junio.
A inicios de marzo pasado, Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron intoxicados con un agente de acción neuroparalizante en Salisbury.
Además, los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en un hospital a finales de julio con señales de envenenamiento tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
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Rowley se recuperó y fue dado de alta el 20 de julio, el cuerpo de su mujer fue incinerado diez días más tarde.
Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque en Salisbury, aunque sin presentar ninguna prueba concreta.
Moscú rechaza rotundamente las acusaciones de Londres, que califica de infundadas.
Según la Cancillería rusa, se enviaron decenas de notas al ente homólogo británico con solicitudes de acceso a la investigación y propuestas de colaborar en las pesquisas, sin embargo, todas fueron ignoradas.