Gracias a la posición que mantiene Israel no tuvo que afrontar las sanciones de respuesta introducidas por Rusia hace cuatro años, que se mantienen hasta ahora en forma del embargo sobre las importaciones de sus productos agrícolas y alimentos.
El comercio bilateral aumentó más del 14% en 2017 y en los primeros cuatro meses del año en curso creció otro 21% y pico, entre los principales proyectos de cooperación figura la modernización de la industria láctea rusa.
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También reveló que las compañías israelíes aprendieron a solucionar problemas que surgen con bancos cuando se trata de efectuar operaciones con Rusia.
Vertiánov lo confirmó agregando que el Gobierno ruso concede buenos subsidios a las compañías israelíes que participan en proyectos de agricultura.