"Los estudios muestran que en los países donde el aborto no está permitido, este se torna una causa de mortalidad mucho más elevada que en aquellos países donde sí está permitido. Además el aborto puede practicarse por las propias mujeres de una manera muy segura y en casa con fármacos", afirmó la experta Rebecca Goldberg en su ponencia en la corte.
Los abortos solo pueden autorizarse cuando la gestación fue producto de una violación sexual, cuando hay riesgo vital para la madre o en caso de fetos anencefálicos.
El STF analiza desde marzo del año pasado un pedido del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) para ampliar este derecho.
Pero, antes de tomar una decisión, la ministra Rosa Weber organizó una audiencia pública para escuchar a especialistas en salud, derechos humanos, científicos y religiosos.
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Entre los invitados hay autoridades de la Organización Mundial de la Salud, del Ministerio de Salud y del Congreso.
La audiencia continuará el 6 de agosto, luego de lo cual el Supremo se pronunciará sobre la pertinencia de que el aborto siga siendo un delito o deje de serlo.