"El consejo de empresarios junto a la Comisión Intergubernamental Ruso-Argentina para la cooperación económica comercial trabajan constantemente para detectar y remover las barreras que contienen el desarrollo de las relaciones comerciales y de inversión entre nuestros países", señaló.
Gúriev señaló que "existe la necesidad de liberalizar la legislación aduanera de Argentina y simplificar el acceso a los almacenes de aduana".
"Según la legislación vigente, en cada provincia se permite la creación de una sola zona aduanera para recibir y almacenar los productos de importación; el operador de una de las zonas claves para recibir/almacenar fertilizantes [puerto Villa Constitución, provincia de Santa Fe] entregó los derechos exclusivos para usar el almacén de aduana a un importante comerciante internacional, lo cual limita el acceso a este almacén a los productores internacionales de fertilizantes, [permite] la imposición monopolista de precios durante la venta de fertilizantes por parte del comerciante y el aumento de los costes para los granjeros", explicó.
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Para el empresario, "este aspecto de la legislación discrimina en gran medida no solo a los importadores sino a los propios consumidores al interior de Argentina, hace que los suministros de cualquier tipo de producción sean menos competitivos y más caros.".
Además, indicó el empresario, es necesario "limitar más severamente el contenido de sustancias dañinas en los fertilizantes fosfóricos, en particular del cadmio, tema que actualmente se debate mucho en la UE".
El empresario señaló que "en distintos yacimientos del mundo los fosfatos se diferencian por los contenidos tanto de componentes provechosos como por la presencia de sustancias dañinas, como es el caso del cadmio, el arsénico y elementos radiactivos".
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"Existen normas estrictas respecto a la pureza de los fertilizantes en el norte de Europa, Suiza y otros países, y ahora se debaten las normas técnicas de la UE para limitar el uso de fertilizantes que contengan elementos dañinos", indicó.
"Y Argentina dio un paso considerable en esta dirección al revocar el impuesto del 6%, abriendo el acceso a los fertilizantes ecológicamente limpios de Rusia y otros países", alegó.
El empresario explicó que "antes la situación era absurda: si tus fertilizantes no contienen sustancias tóxicas, estabas obligado a pagar aranceles de entrada, pero los fertilizantes con altos contenidos de estas sustancias ingresaban sin impuestos".
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"Argentina es uno de los principales suministradores de productos agrícolas al mercado internacional y en particular a Rusia [ocupa más del 60% del intercambio comercial entre ambos países]; por lo cual crece la inquietud respecto a la limpieza ecológica de los productos suministrados a Rusia", advirtió.
"Por ejemplo, en los países de Europa se impondrán próximamente límites severos a los contenidos de cadmio en los fertilizantes fosfóricos (…) para todos los fertilizantes con etiqueta 'verde' o ecologically-friendly", indicó.
Gúriev concluyó que "la imposición de límites al contenido de metales pesados en los fertilizantes fosfóricos de importación quitará la preocupación respecto a la limpieza ecológica e incrementará la competitividad de las producciones agropecuarias argentinas en los mercados ruso e internacional".
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