Vitrenko se ha mostrado convencido de que las sanciones estadounidenses, un cambio brusco en la postura que Alemania mantiene hacia el proyecto y la opinión de Dinamarca —único país europeo en contra al no haber otorgado todavía los permisos necesarios para que se construya en su territorio—podrán ser suficientes para detenerlo.
"Las sanciones estadounidenses son un factor importante. Otro factor importante es la posición de los alemanes, pues últimamente está evolucionando. Y nos parece que puede acabar entendiendo que el proyecto es de verdad peligroso tanto para Alemania como para el resto de Europa", ha dicho al medio alemán.
"El Nord Stream 2 es un plan político cuyo objetivo es corromper a los políticos europeos y fracturar la unidad de Europa como proyecto. Los estadounidenses lo entienden también así. La pregunta aquí está en cuándo se conseguirá y cómo en concreto", ha explicado el director comercial de Naftogaz.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha mostrado meridianamente en contra del Nord Stream 2, ha cargado contra las naciones europeas que ven con buenos ojos el gasoducto y su país planea imponer sanciones al proyecto. Se trata de uno político, asegura, y no económico. La intención de EEUU es ahora que Europa deje de proveerse de gas ruso, cuya dependencia implica riesgos para el Viejo Continente, y abrace el gas licuado estadounidense.
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