El evento para la destrucción de 68 automóviles y ocho motocicletas de lujo contrabandeados a Filipinas tuvo lugar el 30 de julio en Port Irene, en la provincia Cagayán, y contó con la presencia del mandatario del país.
Pres. Duterte witnesses the condemnation and public destruction of contraband luxury vehicles and motorbikes at Port Irene in Sta. Ana, Cagayan on July 30, 2018. #TatakNgPagbabago pic.twitter.com/QIDv4Eh2q0
— Presidential Comm (@pcoogov) July 31, 2018
Durante un discurso en el evento, Duterte admitió que no es posible erradicar la corrupción y el contrabando por completo, pero su intención era crear un entorno en el que las empresas pudieran prosperar, detalló un informe de la Presidencia filipina.
"Antes de que un lugar pueda realmente desarrollarse o ser viable para hacer negocios, es necesario establecer primero la ley y el orden", afirmó Duterte.
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Los automóviles y motocicletas aplastados recientemente son el segundo lote de vehículos contrabandeados destruidos en Port Irene. En marzo del año corriente, otros 14 carros de lujo ya habían tenido el mismo destino. Los costosos automóviles y motos son parte de un total de 800 vehículos importados de manera ilegal a Cagayán a través del puerto.
WATCH: #Philippines' #Duterte watches smuggled luxury cars destroyed pic.twitter.com/al81P5zhSk
— Press TV (@PressTV) July 31, 2018
El evento se llevó a cabo en cumplimiento de una orden de Duterte para destruir públicamente los productos enviados ilegalmente a las zonas económicas del país. El objetivo del líder filipino es disuadir del contrabando.
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