"Uno de los principales problemas que explica el aumento en la tenencia de armas tiene que ver con la falta de seguridad. En varias regiones del país —sobre todo en las del noroeste— el número de asesinatos ha aumentado. Desde el punto de vista de una persona de a pie, uno debe entender el miedo de la población y debe darse cuenta de que la decisión de comprar o no comprar armas conlleva [ciertas] consecuencias", explica a Sputnik Bruno Langeani, del Instituto Sou da Paz.
"[Esas cifras] responden a indicadores reales, con el aumento de la delincuencia en muchos de los estados brasileños y, claro está, con cómo se difunde la información entre la población", subraya Langeani.
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"El porcentaje anual de fallecidos por armas de fuego hasta la aprobación de la ley de desarme era del 7%. Después de que fuese aprobada, en 2004 y en 2005 esa cifra se redujo. A pesar de que el porcentaje volvió más tarde a crecer, las cifras fueron siempre inferiores" subraya Langeani. De ahí que sea contraproducente derogar la ley, añade.
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