Los socios parlamentarios del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la moción de censura que le llevó al poder, argumentaron su rechazo a la senda presupuestaria afirmando que, antes de proceder a la votación, el Ejecutivo tendría que haber reformado la ley de estabilidad presupuestaria.
El 20 de julio, el Gobierno de España decidió elevar el techo de gasto para 2019 hasta 125.064 millones, un aumento de 5.230 millones, un 4,4% más que en 2018.
El techo de gasto fijado inicialmente por el anterior Gobierno ascendió a 119.834 millones, aunque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero aseguró que "habrá mayor margen fiscal para unos presupuestos expansivos y unas cuentas más sociales".
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Unidos Podemos, la tercera fuerza política más numerosa en el Congreso de los Diputados, se abstendrá argumentando que existe margen para aumentar el techo de gasto en al menos 5.000 millones de euros.
Además, a través de su cuenta de Twitter, Podemos recordó que "el techo de gasto es una imposición de Merkel que invade la soberanía de nuestro país y dificulta hacer los presupuestos que nuestro país necesita para atender las urgencias generadas tras años de recortes"
"El PSOE contará con nuestro apoyo cuando impulse medidas antiausteridad, una agenda social de urgencia que rescate a millones de personas en nuestro país", añadió la formación.
Por su parte, los partidos independentistas catalanes pidieron a Sánchez la apertura de un proceso de negociación para acordar una senda económica que se comprometa a dotar de más recursos a Cataluña.
Las dificultades para la aprobación del techo de gasto ponen de relieve una vez más la situación de debilidad parlamentaria que vive el Gobierno de España, que no obstante, en las últimas semanas reiteró su intención de agotar la investidura y no anticipar las elecciones.