Los críticos afirman que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pretende establecer una dinastía similar a la de los Somoza —una dictadura familiar apoyada por EEUU que gobernó en el país desde el 1936 hasta 1979—.
Así, los medios 'mainstream' cuentan que los manifestantes son simplemente unos revolucionarios que intentan impedir que el presidente nicaragüense establezca una nueva dinastía.
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No obstante, Max Blumenthal está convencido de que las afirmaciones hechas por estos medios no tienen nada que ver con la realidad y argumentó su posición después de haber visitado el país en persona.
Yesterday I visited Radio Ya, private leftist radio station that is top rated in Managua and supplied social services to locals regardless of their politics. It was burned to the ground by the opposition. 22 staffers escaped with their lives. pic.twitter.com/GKnqCNUJ3M
— Max Blumenthal (@MaxBlumenthal) 19 июля 2018 г.
Hoy es el 39 aniversario de la Revolución sandinista. Managua sale a celebrar la aparente derrota de un golpe de Estado blando que paralizó a #Nicaragua. Estoy aquí para documentar un lado de la historia omitido por los medios occidentales. Sigue un hilo sobre algo de lo que he aprendido.
Ayer visité Radio Ya, una estación de radio privada de izquierda que tiene la mejor calificación en Managua y que proporciona servicios sociales a los locales sin importar su política. Fue quemada por la oposición. 22 miembros del personal lograron escapar.
Intimidación mortal
El entrevistado señaló que conoce las consecuencias de lo que ocurrió cuando EEUU armó a la oposición —los Contras— en los años 80. Así, observó que algo similar está ocurriéndole ahora a la gente que se opone a las campañas antisandinistas.
"Lo que está ocurriendo ahora no tiene precedentes, porque gente como sencillos presentadores deportivos de las estaciones de radio izquierdistas viven aterrorizados. Los cazan por las noches y tienen que dormir en lo que queda de la estación de radio", dijo.
Blumenthal añadió que Radio YA prestaba servicios sociales a los lugareños sin importar sus visiones políticas. Y destacó que se intimida a la gente de a pie que simplemente quiere colaborar con el Gobierno y servir a su comunidad.
Nicaragua’s armed opposition burned down this cooperative bank, which serves Managua’s poor & working class and is named for Hugo Chavez. The records and accounts of ~100k people are now in jeopardy. A targeted campaign of violence has been waged against the public sector. pic.twitter.com/AK4ep3QxOf
— Max Blumenthal (@MaxBlumenthal) 19 июля 2018 г.
.@nuevaya’s Schwartz me contó que informó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el incendio de su estación por militantes de la oposición y que lo ignoraron. Él dijo que mis colegas @danielmkovalik, @ThomasHedgesTRN y yo somos los primeros reporteros occidentales en entrevistarlo.
La oposición armada de Nicaragua incendió este banco cooperativo que sirve a la clase pobre y trabajadora de Managua y que lleva el nombre de Hugo Chávez. Los registros y cuentas de unas 100.000 personas están ahora en peligro. Se ha lanzado una campaña de violencia dirigida contra el sector público.
De hecho, algunos de ellos acaban asesinados de una manera que no se observaba en la década de los 80, puesto que los Contras no lograron entrar en la capital de Nicaragua, añadió el columnista.
La mano de Washington en Managua
Max Blumenthal también reseñó que, durante su estancia en el país de América Central, descubrió que EEUU está involucrado en los sucesos que se están viviendo allí.
"La otra dimensión es el nivel de injerencia de EEUU, cómo EEUU pergeñó este motín, cómo lo diseñó con meses o incluso años de antelación", comentó.
Según explicó, es en realidad la oposición la que está censurando a los sandinistas y no al revés, puesto que son precisamente ellos los cazados. "Lo que está ocurriendo aquí no es una revolución contra el Gobierno. Es una contrarrevolución apoyada por EEUU", concluyó el letrado.
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Así, Blumenthal señaló que los nicaragüenses lo tienen muy duro para protestar pacíficamente, porque son atacados constantemente por figuras de la oposición. De acuerdo con él, se está intentando desmoronar por completo los fundamentos que mantienen unidos a los pobres trabajadores con tal de hundirlos en la pobreza extrema.
Blumenthal asegura que el político sirve de canal para el dinero enviado por USAid, organización apoyada por el Departamento de Estado, y por la Fundación Nacional para la Democracia. Con ello, Madariaga negó las acusaciones de sus enlaces con bandas criminales.
No obstante, los que están luchando en el bando de la oposición no son unos "estudiantes esperanzados e idealistas", señaló el entrevistado. Se trata de una "contrarrevolución activada por elementos criminales extremos que paralizaron la economía de Nicaragua y no le permitieron crecer en lo que va del año".
The opposition has targeted public universities. Silke Perez told us how criminal elements kept her out of UNAN for 2 months. “The teachers begged them not to take over our school.” Before they were flushed out, the armed gangs burned UNAN’s childcare center and more. pic.twitter.com/U2OuZGTiSb
— Max Blumenthal (@MaxBlumenthal) 19 июля 2018 г.
La oposición ha apuntado contra las universidades públicas. Silke Pérez nos dijo cómo los elementos criminales la mantuvieron fuera de la UNAN durante 2 meses. "Los maestros les suplicaron que no se apoderaran de nuestra escuela". Antes de que se desvanecieran, las bandas armadas quemaron el centro de cuidado infantil de la UNAN y más.
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Max Blumenthal destacó que hubo decenas de muertos, muchos de los cuales fueron del lado de la oposición, y concluyó que el Gobierno no podría haber sobrevivido si no se hubiera respondido con un cierto nivel de fuerza.
La CIDH informó a principios de julio que 264 personas fallecieron desde que comenzaron las protestas, mientras que la ONG Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos asegura que las muertes se elevan a 351.
El Gobierno de Ortega atribuye el derramamiento de sangre a sectores violentos de la oposición que intentan ejecutar un "golpe blando" en su contra.
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