Mientras tanto, en junio, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, subrayó que su país estaba a favor de resolver el problema del nombre de la república sin interferencia externa.
"Siempre hemos insistido en que estamos a favor de encontrar un acuerdo sobre este tema sin injerencias externas, sin establecer condiciones creadas artificialmente, y dijimos que apoyaríamos la decisión que satisficiera los intereses de Grecia y Macedonia y que contase con un amplio apoyo público", afirmó Lavrov.
Acuerdo controvertido
El mes pasado, Grecia y la exrepública Yugoslava de Macedonia celebraron un acuerdo sobre el nombre de este último, que va a convertirse oficialmente en la República de Macedonia del Norte.
No obstante, bajo los términos acordados, Grecia prometió retirar todas las objeciones a la entrada de Macedonia en estas alianzas. El acuerdo también desembocó en una invitación formal de la Alianza del Atlántico Norte para comenzar las conversaciones de adhesión.
Sin embargo, la situación provocó violentas protestas en Skopje, la capital macedonia, y cómo no, Rusia fue acusada de estar detrás de las mismas. La Embajada rusa en Macedonia, a su vez, negó las acusaciones del primer ministro macedonio, Zoran Zaev, de que Moscú estaba involucrado.
La motivación de Londres
El 10 de julio se supo que el Reino Unido duplicará la ayuda a los Balcanes Occidentales en un 95%, de 41 millones de libras —53 millones de dólares— en 2018-2019 a 80 millones de libras —104 millones de dólares— en 2020-2021. Londres también planea multiplicar por dos el número de empleados británicos que ayudan a garantizar la seguridad en la región.
Macedonia es uno de los pocos países de la región que aún no es miembro de la OTAN. Tras las negociaciones con Grecia, esta accedió a retirar los obstáculos a la entrada en la alianza de Macedonia. Pero una parte significativa de los ciudadanos se opone al cambio de nombre a Macedonia del Norte.
"En consecuencia, la probabilidad de un desarrollo desfavorable del referéndum es muy alta, y en este caso la posibilidad de unirse a la alianza será cero. Es por eso que es posible un intento de presión política e informativa sobre los dirigentes de Macedonia para proporcionar una decisión positiva sobre el referéndum", comentó el experto.
La jefa del Centro de Estudios de la Crisis de los Balcanes Contemporánea en el Instituto de Estudios Eslavos de la Academia de Ciencias de Rusia, Elena Guskova, subrayó en una entrevista con RT que Rusia lleva a cabo una política de no interferencia en los asuntos internos de los Estados de los Balcanes occidentales.
La experta también señaló que los políticos británicos están motivados por el deseo de continuar la lucha política con Rusia. A su juicio, en este caso, la Cámara de los Comunes simplemente encontró una excusa para recordar el llamado papel negativo de Rusia en la península de los Balcanes.