La declaración emitida por la Alianza contiene los puntos que dicen que "la OTAN sigue monitoreando y evaluando la amenaza del lanzamiento de misiles balísticos que procede desde Siria contra Turquía". El documento apunta que las medidas de respuesta a los desafíos para la seguridad turca salientes y crecientes al sur del país contribuyen a la seguridad de toda la Alianza.
El interlocutor de Sputnik recordó que los primeros misiles fueron lanzados hacia Turquía desde los territorios controlados por Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) o por combatientes kurdos antes de que empezara la operación de Afrín.
"La determinación de la amenaza en la declaración no parece ser muy clara. Creo que Ankara no debería haber aceptado un documento tan impreciso (…) Al aprobarlo, Turquía se encontró entre los países que apoyan la intención de rodear a Irán y ejercer presión sobre el país", según explicó Unal.
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El director del instituto Turquía del Siglo XXI, Cahit Armagan Dilek, también indicó que la reciente declaración tiene en general un carácter antiraní.
"De hecho, la 'amenaza terrorista', mencionada por la OTAN, podría convertirse pronto en la 'amenaza iraní', según su retórica. Cabe imaginar que la Alianza está dispuesta a aplicar todas sus fuerzas en la confrontación con Irán", afirmó a Sputnik.
A este respecto, el politólogo advirtió que las fuerzas que la OTAN prevé dirigir a Turquía no están destinadas a garantizar la seguridad del país otomano, sino a presionar a Teherán.
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El experto advirtió que la Alianza Atlántica se encargará de la reconstrucción en la zona y de la formación de militares y civiles con el fin de garantizar la estabilidad al este del Éufrates antes de que la nueva Constitución siria entre en vigor.
Otra parte de las tropas de la OTAN podría dirigirse al territorio turco. Pese a que estas podrían apoyar a Turquía y proteger el país ante los yihadistas, podrían en realidad oponerse a Teherán.
A este respecto, el politólogo señaló que las autoridades turcas no deberían autorizar la presencia de tropas ajenas en su territorio. "En esta situación, no se ve claro cuándo las fuerzas de la OTAN llegarán a abandonar el territorio", concluye el politólogo.
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