"Contamos con el respaldo de la OTAN para una misión multinacional de mantenimiento de la paz de la ONU en Donbás, con un fuerte mandato que garantice el acceso completo a todos los territorios ocupados en Ucrania, incluyendo los tramos no controlados de la frontera con Rusia", declaró Poroshenko a periodistas en una comparecencia conjunta con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El experto Richard Gowan, autor del citado documento, opina que en la misión podrían participar los países no afiliados a la OTAN, como Bielorrusia, Kazajistán, Mongolia, Austria, Finlandia, Suecia, Argentina, Brasil y Chile, y aquellos que forman parte de la Alianza, por ejemplo, Portugal y Grecia.
Ucrania insiste en que la misión de paz se extienda hasta la frontera con Rusia.
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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha pronunciado a favor del envío de cascos azules a Ucrania, siempre y cuando se limiten a garantizar la seguridad de los observadores de la OSCE y no sean desplegados más allá de la línea que separa a las tropas ucranianas de las milicias de Donbás.
"La situación en el este de Ucrania sigue siendo grave, se repiten a diario violaciones del cese el fuego y de los derechos humanos. Los acuerdos de Minsk siguen siendo la vía hacia la paz, así que todas las partes necesitan cumplir sus obligaciones", dijo Stoltenberg.
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Para el secretario general de la Alianza, "Rusia tiene una responsabilidad especial" en este ámbito.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.
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Occidente acusa a Rusia de brindar apoyo a los separatistas en Donbás, pero el Kremlin subrayó en más de una ocasión que no toma bando y procura garantizar, junto con otros países implicados, la implementación de los acuerdos de Minsk para resolver la crisis.
Situación en torno a Crimea
Asimismo, Poroshenko declaró que no espera que el presidente de EEUU, Donald Trump, cambie su postura respecto a Crimea de cara a su reunión con el mandatario ruso, Vladímir Putin, a celebrarse en Helsinki.
"No tengo miedo a nada, eso es lo primero, y lo segundo, recibimos un mensaje absolutamente firme tanto de la Casa Blanca como del Departamento de Estado, una postura absolutamente firme respecto al no reconocimiento de la anexión de Crimea", aseveró a la prensa.
Crimea se separó de Ucrania y se reincorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que más del 96% de los votantes apoyaron esta opción.
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La consulta popular se llevó a cabo un mes después del golpe de Estado que se produjo en Ucrania y que desencadenó un conflicto armado interno en el sureste de ese país.
El Gobierno ruso ha declarado en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea, de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, votaron a favor de la reunificación con Rusia.
Para el presidente ruso el tema de Crimea "está cerrado definitivamente".
Avances en legislación ucraniana
Stoltenberg destacó los avances de Ucrania en la implementación de las reformas aprobadas recientemente por las autoridades del país.
"Ahora debe centrarse en las reformas, demostráis un progreso importante", dijo.
El jefe del bloque militar calificó de paso positivo e importante la adopción de una nueva Ley de Seguridad Nacional de Ucrania, que permitirá "establecer el control civil y democrático sobre las Fuerzas Armadas y servicios de seguridad".
Stoltenberg subrayó la necesidad de implementar la mencionada ley "para que esta reforma pueda entrar en vigor".
Señaló que, por su parte, los aliados "continuarán apoyando el proceso de reformas, proporcionando asesoramiento, capacitación y equipamiento necesario".
Además, agradeció a Ucrania su contribución a la OTAN, tanto a las misiones del bloque militar en Kosovo y Afganistán como a la Fuerza de Respuesta de la Alianza Atlántica.
Kiev renunció en diciembre de 2014 al estatus de país no alineado, y en 2018 proclamó el ingreso en la OTAN como objetivo de su política exterior y actualmente está reformando sus Fuerzas Armadas para adecuarlas a los estándares atlánticos.
No obstante, el ex secretario general de la OTAN Anders Fog Rasmussen, dijo que para la adhesión de Ucrania al bloque militar se tienen que cumplir unos criterios precisos, lo que exigiría un tiempo considerable, de hasta 20 años, según los expertos.
