Según el titular, Rusia está dispuesta a retomar el tema tras "la agresión de EEUU, Reino Unido y Francia contra Siria, que demostró la necesidad de que los sirios tengan medios modernos de defensa antiaérea".
"El S-300 es un sistema de armas defensivo, por ello no representa una amenaza directa para la seguridad nacional de nadie, este sistema de misiles antiaéreos solo amenaza a los medios de ataque aéreo", constató.
Shoigú advirtió, no obstante, que "la decisión sobre el suministro de este tipo de armas a un Estado extranjero se toma en base a la correspondiente solicitud, que de momento no ha sido formulada".
El Ministerio de Defensa de Rusia informó a raíz de los hechos que EEUU y sus aliados emplearon en el ataque contra Siria más de un centenar de misiles de crucero, bombas guiadas y misiles aire-tierra, de los cuales la mayor parte fue interceptada por la defensa antiaérea siria que cuenta con sistemas rusos S-125, S-200, Buk, Kvadrat, Osá y Strelá.
El bombardeo tuvo lugar sin esperar la investigación de un presunto ataque químico en la localidad siria de Duma, del que varios grupos de la oposición y ONG relacionadas con ellos, acusaron al Gobierno del país.
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