El informe, relata el periódico, está pensado como un manual para que los agentes extremen su protección y conozcan los nuevos componentes que se localizaron en los laboratorios de los terroristas.
La base de este explosivo es el TATP —popularmente conocido como "madre de Satán"—, al que se le añaden nitrato de celulosa, también conocido como algodón pólvora, muy inflamable, con un fuerte olor a éter y que aumenta la capacidad destructora del TATP.
Además, el nitrato de celulosa puede manipularse con mucha más seguridad y adquirir texturas que pasan más desapercibidas a los investigadores.
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Sus componentes, detalla el rotativo, se pueden adquirir fácilmente en droguerías y otros tipos de tienda, como por ejemplo pelotas de pingpong que, una vez disueltas en acetona, se transforman en un gel que se añade después al TATP.
Los terroristas que planeaban atentar en Barcelona con explosivos en agosto de 2017 intentaron fabricar 200 kilos de TATP en una casa ocupada en el municipio de Alcanar, según cálculos de los especialistas a partir de los recibos de distintas compras, siendo la mayor cantidad registrada por las autoridades hasta la fecha.
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La Vanguardia recuerda el enorme poder destructivo del TATP al narrar cómo el 16 de agosto, sobre las once y media de la noche, una gran explosión acabó en la casa de Alcanar con dos de los terroristas, el imán Abdelbaki Es Satty y Youssef Aalla, y cómo los restos más grandes de los cuales que se localizaron entre las ruinas fueron tres orejas, desintegrándose el resto en la deflagración.