El vínculo que se generó con la ciudadanía llevó a que los jugadores terminado el torneo anunciaran la creación de la Fundación Celeste, como forma de retribuir el cariño que habían recibido durante el campeonato.
"A medida que Uruguay avanzaba de fase, era como que se iba gestando una efervescencia mayor en la población, y eso evidentemente les llegó a los jugadores que estaban allá", explicó a Sputnik Daniel Baldi, ex jugador, y actual director de la Fundación.
El objetivo de los jugadores celestes fue generar una organización que apoyara a los sectores más necesitados de Uruguay, a través de distintos proyectos que hicieran foco en el fomento de valores a partir del deporte, particularmente a través del fútbol.
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Desde sus inicios la Fundación lleva adelante diferentes programas, el más potente es el de las escuelas celestes, que funcionan en todo el país.
Estos son espacios de socialización y formación integral para niños y niñas de seis a 12 años, donde se prioriza la formación a través de la práctica recreativa del deporte. Estos centros están guiados por el mismo espíritu que promueve el proceso de selección del técnico de Uruguay, el maestro Óscar Washington Tabárez.
En el país sudamericano el apoyo a las actividades deportivas es casi nulo. Por lo que la institución también realiza un trabajo de apoyo a exjugadores que se encuentran en situación de vulnerabilidad, así como también colabora en la promoción de deportes amateurs.