"Las autoridades rusas dicen que la sanciones no han hecho daño a Rusia, pero no es así", afirmó el senador. Según sus declaraciones, la aspiración es que las relaciones entre Rusia y EEUU mejoren, pero para alcanzarlo la parte rusa tendrá que "cambiar su actitud".
"Si no interviene en nuestras elecciones, si sale de Ucrania, sale de Crimea", etc., EEUU no implementará 'medidas draconianas', aseveró Kennedy. No aclaró de qué medidas se trataba, pero aseguró que, de lo contrario, la reacción será "inmediata y muy dura".
"Lo he oído, pero no es así", insistió su interlocutor. Sin embargo, no presentó ninguna evidencia.
La delegación estadounidense llegó a Moscú el 30 de junio. El 3 de julio tuvo lugar la reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. Anteriormente, John Bolton, asesor para la Seguridad Nacional de EEUU, también visitó la capital rusa.
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Sobre la reunión entre Putin y Trump, el senador dijo que no espera mucho, pero cree que será un paso positivo en la mejora de las relaciones bilaterales.
Los comités de ambas cámaras del Congreso estadounidense siguen llevando a cabo sus pesquisas. Además, una investigación propia está siendo implementada por Robert Mueller, asesor especial del Departamento de Justicia y exdirector del FBI.
Todas las acusaciones han sido negadas varias veces por el Kremlin y por la Casa Blanca. El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, calificó las acusaciones de "totalmente infundadas". "No hay indicios de que el Estado ruso haya estado involucrado en esto ni jamás los habrá. Rusia no intervino, no tiene el hábito de entrometerse en los asuntos internos de otros países, y no lo está haciendo ahora", declaró.