El animal extraído resultó ser un helminto, un gusano que infestan el organismo de otras especies. Los especialistas indican que la mayoría de las infecciones se producen por mordeduras de insectos. Los insectos, por su parte, se infectan de otros animales y llevan las larvas de cuerpo en cuerpo.
La única salvación es utilizar repelentes, sobre todo cuando se tiene la intención de visitar bosques o zonas naturales. Para minimizar el contacto con los insectos en las casas, se recomienda proteger las ventanas y respiraderos con redes.
Uno de los síntomas que pueden indicar a la aparición de parásitos bajo la piel es el enrojecimiento de la epidermis. Un síntoma muy característico de este tipo de invasión es la migración del enrojecimiento por la piel, que supone el movimiento del helminto por debajo de esta.
La única solución rápida y eficiente, es la eliminación quirúrgica del gusano.