"El secretario general está preocupado por el desarrollo de la situación en la región petrolera de Libia, llama a bajar las tensiones y retirar todos los recursos naturales, las fábricas y sus ingresos bajo control de las autoridades reconocidas de Libia", dice el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en un comunicado.
El Gobierno de unidad nacional declaró a su vez que la transferencia de las instalaciones petroleras a Tobruk profundizará la división entre los dos centros de poder en el país al precisar que la única autoridad que tiene facultad para gestionar las instalaciones petroleras públicas es la Corporación Nacional de Petróleo (NOC, por sus siglas en inglés), con sede en Trípoli.
Más aquí: Una petrolera libia pierde el 33% de sus depósitos por ataque extremista
El 21 de junio, las tropas de Haftar tomaron bajo su control total la llamada 'media luna petrolera', zona de extensos campos petrolíferos de la costa oriental, entre las ciudades de Tobruk y Sidra, tras expulsar hacia el oeste a las fuerzas rebeldes de Ibrahim Jodran.
En aquella ocasión, Libia reanudó la exportación del hidrocarburo y volvió a tener ingresos petroleros.
Sin embargo, a principios de junio las fuerzas de Jodran se apoderaron de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra.
Las dos terminales dejaron de operar y sus trabajadores fueron evacuados.
Además: EEUU llama a actores armados en Libia a cesar ataques a instalaciones petroleras
Libia vive una profunda crisis desde 2011, año en que fue derrocado y asesinado su líder Muamar Gadafi, tras lo cual surgió una dualidad de poderes.
Sin embargo, ese Gobierno, que existe desde el 31 de marzo de 2016, no ha sido reconocido hasta la fecha por las autoridades con sede en Tobruk (noreste), incluido el Parlamento, que cuentan con el apoyo de Haftar.
En mayo pasado, las partes acordaron, durante negociaciones en París, celebrar elecciones legislativas y presidenciales en diciembre de 2018.