"El 28 de junio, luego de una completa evaluación médica, se confirmó que uno de los diplomáticos estadounidenses que trabajaban en la embajada de EEUU en La Habana experimentaba efectos en su salud similares a los reportados por otros integrantes de la comunidad diplomática estadounidense" en la capital cubana, señala el texto.
De esta forma, el número de estadounidenses afectados asciende a 26, detalló Nauert.
Reportes de prensa señalaron que algunos de los diplomáticos sufrieron pérdida auditiva permanente y posibles daños cerebrales debido a esa arma sónica.
El Gobierno de Cuba negó cualquier responsabilidad en los incidentes.
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Más recientemente, diplomáticos de EEUU en China se quejaron también de presentar síntomas similares a los sufridos por sus colegas en Cuba.
En junio, el secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció que su cartera había creado un grupo especial para responder a estos incidentes.
