"Estamos de acuerdo con Europa en lo que se refiere a la migración pero rechazamos completamente el establecimiento de cualquier campo en Libia", declaró Mitig en una rueda de prensa con el vice primer ministro y ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, en Tripoli.
El dirigente italiano llamó a los países europeos a pasar de las palabras a las acciones para que Italia y Libia no tengan que enfrentarse ellas solas al problema de los refugiados.
"Es necesario que estén protegidas las fronteras externas de Europa, pero se debe reforzar también las fronteras sureñas de Libia", dijo tras las consultas con Mitig al subrayar que la estabilidad en los países del Mediterráneo está en los intereses comunes de Europa.
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Europa está viviendo la crisis migratoria más grave desde el fin de la II Guerra Mundial, provocada en primer lugar por conflictos armados y problemas económicos en países de África y Oriente Medio.
Según informó la semana pasada la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO, por sus siglas en inglés), más de 728.000 personas pidieron el estatus de refugiado el año pasado en la UE y en países asociados como Noruega y Suiza, lo que es una disminución de 44 por ciento en comparación con 2016.