"Se sabe que Tsurkan hasta 2017 integraba el Consejo de Directores de la compañía de proyectos Akkuyu Nuclear, responsable de llevar a cabo el proyecto de la central nuclear Akkuyu, por lo cual es bastante posible que determinada información sobre el avance del proyecto pudiese llegar a los servicios de inteligencia extranjeros", comentó el interlocutor de la agencia.
Moscú y Ankara firmaron en 2010 un acuerdo intergubernamental para construir en la provincia sureña de Mersin la planta nuclear de Akkuyu con cuatro reactores de 1.200 megavatios cada uno y con un costo total de unos 20.000 millones de dólares.
Las normas de seguridad de la central cumplen con los exigentes criterios del Organismo Internacional de Energía Nuclear, el Grupo Consultivo Internacional sobre Energía Nuclear y la asociación de operadores nucleares de Europa.
Vídeo: Colocan la primera piedra del reactor de una central nuclear turca con el apoyo de Rusia
Está previsto que la primera unidad energética comience a operar en 2023.
"Rusia abrió a Turquía el camino a la energía nuclear" https://t.co/2Fcj6t5JJ1
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 6 апреля 2018 г.
Además, según informó a Sputnik otra fuente de la rama de la energía eléctrica, la detenida trabajó en el suministro eléctrico de Rusia a Ucrania y de Ucrania a Crimea entre 2014 y 2015.
"Ella trabajó en la organización del esquema de suministros, cuando solo comenzaron las conversaciones, y continuó ocupándose del tema cuando comenzaron los suministros", declaró el interlocutor de la agencia.
Las empresas Inter RAO (en la cual trabajaba la detenida) y Ukrinterenergo firmaron a fines de 2014 un contrato anual de exportación de energía eléctrica de Rusia a Ucrania, y la filial de la empresa rusa Tsentr Osuschestvlenia Raschotov, firmó con Ukrinterenergo un acuerdo para el suministro eléctrico a Crimea.
El periódico ruso RBC informó este 25 de junio que el FSB sospecha que Tsurkan entregó a Rumanía información sobre las conversaciones de Moscú sobre los suministros de energía eléctrica a Crimea y a Donbás.
La primera información sobre las filtraciones de estos datos fue entregada por el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) de Rusia.