Siria busca hacer renacer de sus cenizas la antigua leyenda de sus espadas

Los ancestros de los sirios crearon la receta del acero de Damasco, que posteriormente tuvo fama mundial entre los caballeros pero que se perdió con el paso de los siglos y las guerras. Actualmente, los artesanos del país árabe están tratando de recuperar su producción.

Descubre en qué se diferencia este tipo de acero y por qué su recuperación tiene tanta importancia para los sirios.

Los herreros de la capital siria, que ya está libre de ataques y cuyos alrededores han sido liberados de los yihadistas del Estado Islámico —grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países—, han retomado la producción de navajas y armas blancas. Este oficio surgió en Siria hace varios siglos, pero actualmente las navajas y los sables hechos de acero de Damasco pueden encontrarse solamente en los museos.

La directora del museo Al Azem, Maysa Ibrahim, aseveró en declaraciones recogidas por los medios rusos que hasta ahora todos los intentos de resolver el enigma de su receta han fracasado.

"Los maestros transmitían la receta de su elaboración de padres a hijos. Durante las cruzadas, muchos caballeros europeos se sorprendían por la solidez y el poco peso que tenían las hojas hechas por los armeros sirios. Esta es la causa por la que el acero de Damasco ganó fama mundial", declaró la historiadora, citada por la cadena rusa Zvezda.

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Según Ibrahim, muchos combatientes soñaban con tener estas armas, razón por la cual se le atribuían características místicas a este tipo de acero.

"Muy a menudo los combatientes sirios daban a sus armas su propio nombre. Se consideraba que en este caso el poseedor del arma se hacía invulnerable en el combate y podía resistir solo ante una decena de enemigos", afirmó.

Ibrahim destaca que actualmente los armeros sirios también traspasan sus habilidades de padres a hijos. Cada productor de hojas, navajas u otro tipo de armas blancas tiene su propio estilo y ornamento con el que decora sus piezas. Sus talleres tenían un gran interés turístico antes de que empezara la guerra en Siria y muchos turistas compraban sus armas a pesar de su elevado precio.

Actualmente los armeros esperan que la paz venidera aliente una segunda vida de la profesión. La recuperación de las industrias tradicionales y el turismo son los principales objetivos de las autoridades de Siria. Para lograr que los refugiados sirios retornen al país desde el extranjero, el Gobierno está construyendo infraestructuras importantes como escuelas, hospitales, panaderías, centrales eléctricas y distribuidoras de agua.

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"Todos los secretos para producir navajas los heredé de mi padre, y por mi parte se los he transmitido a mis hijos. Ellos saben todo lo que yo sé. Sin embargo, durante la guerra, prácticamente desaparecieron los turistas, es decir, no hay gente que pueda apreciar mis navajas. Mis hijos están obligados a ganarse la vida dedicándose a otros asuntos y tarde o temprano ellos, tal y como hice yo, tratarán de resolver el secreto del acero de Damasco", explicó a los medios rusos el armero Mustafá Mashrek.

Pese a que la normalidad vuelve a Damasco, otras partes de Siria viven una situación completamente diferente, también aquellas zonas bajo control de la coalición internacional encabezada por EEUU.

En abril de 2018 el vicesecretario general de la ONU para asuntos humanitarios, Mark Lowcock, declaró que el 80% de las casas había sido destruido o dañado tras el fin de la operación de liberación de Al Raqa. Actualmente se vive una difícil situación humanitaria en esta región de Siria, y este hecho causa preocupación entre las organizaciones especializadas en la defensa de los derechos humanos.