Las imágenes muestran a un grupo de hombres haciendo todo lo posible para luchar contra el enorme reptil que se enrosca fuertemente alrededor del perro, que finalmente deja de luchar y se presume muerto.
Pero los hombres no se dan por vencidos y golpean a la serpiente repetidamente con palos cuando otro perro, uno blanco, intenta asustar a la serpiente con un continuo ladrido.
Cuando esa táctica no funciona, un hombre corre el riesgo de ser mordido y arrastra por el suelo la cola de la serpiente en un último esfuerzo para rescatar al can.
La serpiente finalmente libera a su presa que escapa relativamente ilesa de la terrible experiencia.