"La propuesta moldava en la Asamblea General no favorecerá el progreso en las negociaciones entre Chisnau y Tiráspol", dijo Polianski.
El diplomático lamentó la decisión de los delegados de aprobar la resolución.
"El proceso se politizó demasiado justo cuando surgió una perspectiva de avances en las relaciones entre Chisinau y Tiráspol", comentó.
Polianski señaló que los delegados no tuvieron bastante tiempo para examinar el documento, por lo cual Rusia propuso aplazar la discusión para la próxima reunión de la Asamblea General de la ONU, pero la iniciativa no fue apoyada.
El documento "expresa una profunda preocupación por el despliegue de un grupo operativo de tropas y armas rusos, que continúa en territorio de la República de Moldavia sin el consentimiento de ese país miembro de la ONU" y "apremia a la Federación Rusa a finalizar la retirada organizada del grupo operativo de tropas y armas rusas del territorio de la República de Moldavia".
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Transnistria, donde los rusos y los ucranianos constituyen el 60% de la población, luchó por separarse de Moldavia antes de la desintegración de la Unión Soviética, al temer que la propagación del nacionalismo empujara a los moldavos a unirse a Rumanía.
Chisinau perdió el control de los territorios en la orilla izquierda del Dniéster en 1992, tras un intento frustrado de resolver el problema por la fuerza.