Minutos antes el servicio de prensa de Poroshenko informó sobre una conversación telefónica entre los líderes de Rusia y Ucrania.
"Putin expresó su preocupación por una escalada de tensiones en Donbás, por el aumento del número de víctimas entre civiles a causa de ataques cada vez más frecuentes de la región por los militares ucranianos", dice el comunicado del Kremlin.
En este contexto Putin subrayó que los acuerdos de Minsk aprobados en 2015 no tienen alternativas y destacó la importancia de "aumentar la eficiencia de los esfuerzos negociadores en el marco del Grupo de Contacto, así como en el formato de Normandía".
Además, según el servicio de prensa del Kremlin, Putin y Poroshenko intercambiaron opiniones sobre la implementación de la iniciativa rusa de crear una misión de la ONU para ayudar a defender a la Misión de Observación Internacional de la OSCE en Ucrania.
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Además, los líderes discutieron el canje de prisioneros rusos y ucranianos.
Según el comunicado, Poroshenko llamó a "liberar a los ucranianos condenados a prisión en Rusia y en los territorios ocupados".
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El presidente ucraniano instó a facilitar el acceso de la defensora del Pueblo de Ucrania, Liudmila Denísova, al director de cine ucraniano Oleg Sentsov, sentenciado en Rusia a 20 años de cárcel por terrorismo, y otros prisioneros.
Sin embargo, la defensora del Pueblo ucraniana no logró a visitar a Sentsov.
Su homóloga rusa, Tatiana Moskalkova, declaró que Denísova violó sus acuerdos anteriores al llegar a Salejard, donde se encuentra Sentsov.
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El 19 de junio Moskalkova y Denísova acordaron una hoja de ruta para visita de presos e intercambiaron listas de 34 personas, con quienes quisieran reunirse en los centros penitenciarios.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más 10.300 muertos.