Aproximadamente un tercio de los estudiantes en los colegios privados del país báltico estudian en ruso, que, pese a ser la lengua materna para el 40% de la población, se considera un idioma extranjero.
La ley, preparada por el Ministerio de Educación y Ciencia, debe ser aprobada por el presidente.
De acuerdo con la normativa, después del 1 de enero de 2019, la inscripción de los estudiantes a los programas con enseñanza en ruso quedará prohibida.
"Como el Gobierno regula los criterios de la realización de los programas de enseñanza y los criterios de su acreditación, tiene el derecho de determinar en qué idioma se realizan estos programas", informaron en el Ministerio.
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