El 18 de junio, el Congreso de EEUU votó a favor de excluir a Turquía del programa de los cazas F-35, en el que el país euroasiático participó durante años.
Al mismo tiempo, el Pentágono reiteró que los primeros dos cazas serían formalmente entregados a Ankara el 21 de junio en una ceremonia oficial celebrada en Texas, para luego ser trasladados a la base aérea Luke, donde los pilotos turcos van a aprender a volarlos.
"Y aquí surge el problema con la decisión del Congreso. Los F-35A turcos desplegados en Luke dependerán del apoyo ofrecido por los militares de EEUU. Prohibir al Pentágono dedicar dinero a estos trabajos básicamente condenaría a los cazas turcos a permanecer en el suelo indefinidamente", explica Joseph Trevithick en un artículo para el medio The Drive.
Incluso si los militares turcos trasladan los cazas a su territorio, la dependencia del ALIS se mantendría ya que este sistema "es el nudo para manejar toda la información sobre los vuelos y misiones, necesaria para tener una capacidad de combate real".
Hasta la fecha, solo Israel insistió en 'separar' sus F-35I de la nube general y así independizarse de la compañía Lockheed Martin, indica el periodista.
Dada la mala fama de los cazas de quinta generación estadounidenses de exigir mantenimiento exhaustivo y padecer múltiples problemas con viabilidad, la falta de acceso al sistema logístico de Lockheed Martin significaría que "los aviones turcos no van a poder volar por mucho tiempo".
Ni siquiera es el primer caso de una dependencia tal: ¿Por qué Francia no puede suministrar más cazas a Egipto?
No obstante, este paso alejaría la incorporación de cazas modernos en el Ejército turco por años, y con el Gobierno otomano "invirtiendo tantos recursos en un programa crucial para toda la OTAN" es muy difícil ver cómo podría Washington excluir a Ankara del proyecto sin complicaciones gigantescas en materias legal, financiera y logística, sugiere el periodista.
"Las dos naciones parecen estar todavía lejos de alguna solución en su disputa multifacética. Mientras Turquía se mantiene dispuesta a recibir sus F-35A en el plazo establecido, está por verse si podrá aprovechar sus capacidades, o si jamás lo conseguirá", concluye el autor.
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