"El Ministerio Público Federal concluyó la sustentación oral y pidió la condena de Gleisi Hoffmann, Paulo Bernardo y Ernesto Kugler por la práctica de delitos de corrupción pasiva y blanqueo de dinero, así como la pérdida de cargo público", informó el STF a través de la red social Twitter.
Según la denuncia que en su momento presentó la Fiscalía, el matrimonio recibió al menos un millón de reales (267.000 dólares) del esquema corrupto de la empresa semiestatal Petrobras, que fue a parar a la campaña electoral de Hoffmann para lograr un asiento en el Senado en las elecciones de 2010.
La tesis de la acusación es que el exdirectivo de la petrolera Paulo Roberto Costa quería mantener una buena relación con Hoffmann para que ésta usara su influencia en el Gobierno para mantenerlo en el cargo de la empresa estatal.
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Al pedir la condena de ambos, el subprocurador general de la República, Carlos Alberto Carvalho de Vilhena, remarcó que si el dinero fuera lícito se hubiera enviado a través de una transferencia bancaria o se hubiera declarado como una donación oficial, no se hubiera transportado en coche desde São Paulo (sureste) al estado de Paraná (sur), donde reside el matrimonio de políticos.
La senadora también remarcó que la tesis de que la donación irregular se hizo para garantizar esa influencia no tiene sentido, porque antes de 2010 ella no ocupaba ningún cargo público, además indicó que nunca conoció al citado exdirectivo de Petrobras.
Hoffmann es una de las más estrechas colaboradoras del expresidente Lula y de las pocas personas que pueden visitarlo asiduamente en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba (sur), donde está preso cumpliendo una pena de 12 años y un mes por presuntos delitos de corrupción.
La prensa local especuló en las últimas semanas con la posibilidad de que sea la propia Hoffmann la que sustituya a Lula en las elecciones presidenciales de octubre, en caso de que la Justicia Electoral acabe vetando la candidatura del exmandatario.
