Según declaró a la cadena RT el vicedirector del Instituto Nacional de Energía, Alexandr Frólov, "observamos cambios positivos en las relaciones bilaterales entre Pyongyang y Seúl, de modo que el proyecto de la construcción del gasoducto vuelve a estar en la agenda".
Por su parte, el diplomático ruso Gueorgui Toloraia, de la Universidad MGIMO, recordó a RT que la idea de construir un gasoducto que pasara por el territorio norcoreano se debatió por primera vez en 2011, aunque el diálogo fue suspendido debido al aumento de las tensiones entre las dos Coreas.
A su vez, Alexandr Frolov calificó de "muy atractivo" el mercado surcoreano y afirmó que el proyecto también sería económicamente viable para Seúl. Al mismo tiempo, admitió que existen riesgos políticos relacionados con la influencia de EEUU, uno de los importadores de gas licuado al mercado de Corea del Sur y también el principal aliado militar de Seúl.
En cuanto a Pyongyang, el gasoducto ruso podría convertirse en una buena oportunidad para el desarrollo de la economía norcoreana y en un trampolín para la posible unificación de las dos Coreas.
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Según declaró a RT el director del Fondo de Desarrollo Energético, Serguéi Piquin, "cualquier gasoducto es un fuerte eslabón para el desarrollo de los vínculos políticos entre los países". No obstante, subrayó, esto no funcionó en el caso de Rusia y Ucrania.
"Pese a que existe el riesgo de que los norcoreanos suspendan las exportaciones de gas en caso de que se agrave la situación, actualmente parece poco probable, ya que Pyongyang no va a matar a la gallina de los huevos de oro".
Según RT, tanto Siberia Oriental como la península de Sajalín pueden convertirse en una base de recursos para Corea del Sur, aunque esto requeriría de inversiones por parte de Rusia.
"Pese a que la resistencia [de Washington y Pekín] será fuerte, este es uno de los proyectos más importantes en la región de Corea junto con la creación del ferrocarril Transcoreano", explicó.
El 15 de junio, Gazprom afirmó haber retomado las negociaciones con Corea del Sur para la construcción de un gasoducto a través del territorio norcoreano.
"Ahora la situación política es distinta, así que Seúl ha pedido a Gazprom retomar el proyecto. Ha habido una serie de conversaciones que continúan hasta ahora", declaró a los medios Vitali Markélov.
La longitud del gasoducto podría alcanzar los 1.100 kilómetros, de los cuales unos 700 pasarían por territorio norcoreano. Se espera que las inversiones en el proyecto superen los 2.500 millones de dólares.
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