La novedad que aportan estos resultados es que brindan la posibilidad de utilizar los datos obtenidos para un diagnóstico no invasivo de una importante función del cerebro que se ve afectada por diferentes enfermedades neurológicas y psíquicas, así como por la epilepsia. Los resultados de la investigación fueron publicados en la prestigiosa revista científica Nature Scientific Reports.
Para este estudio, personas sanas fueron sometidas a pruebas en las que se les mostraron estímulos visuales que cada vez iban más rápido, intensificando de esta manera la entrada visual y registrando una actividad gamma de alta frecuencia en el cerebro.
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Los experimentos revelaron que cuando se intensifica la afluencia de estímulos externos se incrementa en un primer momento la actividad gamma, pero más tarde, al alcanzar cierto nivel crítico, hay una disminución.
"Al analizar los indicadores de la actividad cerebral de un nutrido grupo de niños y adultos sanos revelamos que, a pesar de los importantes cambios que sufren la frecuencia y la potencia de la actividad gamma con la edad, su inhibición relativa —dadas las altas velocidades de movimiento— se interpolaba hasta un mismo rango de valores durante toda la vida", señala la investigadora del Centro de Estudios Nuerocognitivos, Elena Oréjova.
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La aplicación práctica de los resultados obtenidos consiste en la posibilidad de emplear este método no invasivo y seguro para diagnosticar la regulación de la excitación cerebral en niños y adultos con alteraciones del desarrollo psíquico y para monitorear los efectos de los nuevos preparados psicotrópicos.