El 12 de junio, el barco Aquarius —perteneciente a la ONG francesa Sos Méditerranée y a Médicos Sin Fronteras— emprendió rumbo a España después de haber pasado más de tres días varado a pocas millas náuticas de Italia y Malta, que le denegaron la entrada a sus puertos.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, examinó con su homólogo español, Josep Borrell, el drama de los refugiados.
"Le Drian confirmó que las autoridades de Francia ayudarán a España si acoge a los pasajeros del Aquarius que cumplen con los criterios del derecho a recibir refugio", comunicó la Cancillería francesa.
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La llegada de la embarcación con los refugiados, acompañada de dos buques de la Armada italiana, está prevista para el sábado 16 de junio por la noche.
En concreto, en la nave se encuentran 123 menores no acompañados, 15 personas con quemaduras graves por el contacto entre el agua salada y la gasolina de la nave en la que partieron desde Libia, 7 mujeres embarazadas y varias personas con síntomas de hipotermia.
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