Las excavadoras israelíes derribaron 15 estructuras que eran casas de familias de colonos por orden del Tribunal Supremo de Justicia de Israel, que alegó que las viviendas se encontraban en tierras palestinas privadas y se habían construido de forma ilegal.
Todos los asentamientos judíos en territorio palestino son considerados ilegales por el derecho internacional, pero no por el Gobierno israelí, que solo ve fuera de la ley a una minoría que se construyó sin autorización oficial.
La evacuación de Netiv Haavot empezó el 12 de junio y acabó después de siete horas con nueve policías heridos por jóvenes atrincherados en una de las casas que les lanzaron objetos como botellas y piedras, según explicó la Policía.
Los agentes explicaron que habían recibido numerosos insultos y les habían acusado de "participar en la expulsión de judíos" y de "conspirar con el enemigo".
La Policía arrestó a un hombre que atacó a unos agentes y a dos menores de edad que lanzaron objetos contra los agentes desde el tejado de una de las casas.
Las quince familias evacuadas fueron trasladadas a un vecindario en una colonia cercana.