"En cuanto al regreso de Rusia al G7 o el G8, no lo abandonamos, hace un tiempo los colegas renunciaron a llegar a Rusia por motivos conocidos; bienvenidos, nos alegraremos de verlos a todos aquí en Moscú", dijo Putin en una rueda de prensa en China, donde participó en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, apoyó la iniciativa.
Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, llamó a mantener el formato del G7 sin cambios en su composición, y la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, comunicó que la idea se discutió en la cumbre solo en las reuniones individuales y no de manera oficial.
Por su parte, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que Rusia nunca pidió que el Grupo de los Siete aceptara su vuelta al formato.
En junio de aquel año, los miembros del Grupo tomaron la decisión de no ir a la cumbre que tenía que celebrarse en la ciudad rusa de Sochi y se reunieron en Bruselas en ausencia de Rusia.
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Moscú declaró entonces que no haría nada para volver al G8.
Crimea se escindió de Ucrania y volvió a ser parte de Rusia tras celebrar un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96 por ciento, avalaron esta opción.