"Quiero expresar nuestra solidaridad con el pueblo de Guatemala y expresar nuestras condolencias a las víctimas por la erupción volcánica del domingo[ el 3 de junio]", señaló Pompeo, al hablar ante la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La del 3 de junio fue la segunda erupción del volcán en lo que va del año; esta vez las explosiones elevaron columnas de ceniza a 6.000 metros sobre el nivel del mar, dejando 56 muertos, según informa la prensa local, 46 heridos y más de un millón de personas afectadas.
Más temprano, el Gobierno guatemalteco decretó tres días de duelo nacional por las víctimas.
Se trató de la erupción más fuerte registrada en esa montaña en los últimos años, generando flujos piroclásticos fuertes [mezcla de gases volcánicos calientes, materiales sólidos calientes y aire atrapado].
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