"Un mérito que se agradece y compromete por cuanto representa un reconocimiento mundial, pero se trata de un compromiso que debe ser asumido a diario y, ante todo, entre nosotros mismos", expresó el periodista, escritor y vicepresidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), Pedro de la Oz, presente en la ceremonia.
En su discurso, de la Oz enfatizó que "primero fue la rumba (en obtener esta condición universal), ahora el punto, mañana tendrá que ser el son, tres complejos, más que géneros, de la cultura musical cubana que nos distinguen como nación".
El punto cubano —o punto guajiro— es una expresión poética y musical de los campesinos de la isla, consistente en una tonada o melodía acompañada por la voz de una persona que canta composiciones poéticas en décimas, improvisada o aprendida.
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Existen dos variantes principales de esta práctica musical: el punto libre, con compás variable; y el punto fijo, en clave o cruzado.
El punto es un elemento esencial del patrimonio cultural inmaterial de Cuba, abierto a todos, que propicia el diálogo y expresa los sentimientos, conocimientos y valores de las comunidades que lo practican.
En toda Cuba se celebran seminarios, concursos, festivales y eventos de diverso tipo con vistas a salvaguardar y revitalizar el punto cubano.
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El punto cubano fue incluido el pasado 6 de diciembre en la lista representativa del Comité intergubernamental de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, según la Unesco.
Un año antes, en diciembre de 2016, otro género musical cubano —la rumba— también fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.