Los 'regalos' de la OTAN: así contribuyen los trofeos de guerra a la industria militar rusa

Rusia tendrá en cuenta las tecnologías de los misiles estadounidenses Tomahawk que fueron entregados a Moscú por las tropas sirias, declaró el primer subdirector general del Consorcio de Tecnologías Radioelectrónicas de Rusia (KRET), Vladímir Mijéev. Pero ¿cómo ayudan los trofeos de guerra extranjeros a mejorar las armas rusas?

"Por supuesto, sobre la base de esa experiencia ya se están preparando proyectos técnicos de nuevos desarrollos, en cuyo marco construiremos nuestros nuevos equipos de la lucha radioelectrónica teniendo en cuenta todos los datos obtenidos", explicó Mijéev.

El 14 de abril, las unidades aéreas de EEUU, el Reino Unido y Francia dispararon decenas de misiles contra instalaciones sirias supuestamente utilizadas por Damasco para producir armas químicas. No obstante, no todos los proyectiles estallaron debido a un problema técnico, de modo que los militares sirios entregaron a Moscú dos misiles casi intactos. 

Según declaró a Sputnik el experto militar Alexéi Leonkov, editor en jefe de la revista Arsenal Otechestva, es muy probable que Rusia aproveche la experiencia estadounidense para modernizar sus sistemas de lucha radioelectrónica. 

"Los componentes electrónicos de los Tomahawk más avanzados son, sobre todo, los sistemas Tercom de la última generación, así como un sistema de búsqueda y detección de objetivos. Examinar estos sistemas nos ayudará a completar el panorama y mejorar las habilidades de nuestros sistemas de lucha radioelectrónica para detectar los proyectiles de este tipo", explicó.

Por su parte, el experto militar y coronel de reserva Mijaíl Jodarionok afirmó a Sputnik que esta es una "buena oportunidad para familiarizarnos con los recientes avances tecnológicos de EEUU". Según Jodarionok, a los ingenieros militares rusos les "resultará muy interesante" examinar los motores y los sistemas de navegación de estos proyectiles.

El experto calificó los Tomahawk entregados a Rusia como un "verdadero regalo" para los sectores de la industria militar rusa que se dedican a la creación de los sistemas de lucha radioelectrónica. De este modo, ahora serán capaces de inutilizar los sistemas de comunicación de los Tomahawk. Jodarionok subrayó que algunas de las tecnologías militares estadounidenses superan las de Rusia.

"Un manual de tecnologías nos cayó de los cielos. Los logros alcanzados por los ingenieros estadounidenses se tendrán en cuenta durante la creación y la modernización de las armas rusas similares, como los misiles de crucero Kalibr", indicó.

En lo que respecta a los estadounidenses, es poco probable que logren modificar sus misiles a corto plazo, ya que cuentan con miles de misiles de este tipo.

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No obstante, esta no es la primera vez que EEUU contribuye a la industria militar rusa. Así, durante la guerra de Vietnam, militares del país asiático proporcionaron a los ingenieros soviéticos las tecnologías de un misil aire-aire de fabricación estadounidense, algo que permitió a la URSS diseñar un proyectil equipado con una ojiva térmica autoguiada.

Durante la guerra en Afganistán, las fuerzas especiales rusas llevaron a cabo una operación para obtener varias unidades de sistemas de misiles de fabricación estadounidense Stinger, utilizados por los radicales afganos para derribar las aeronaves militares soviéticas. Al obtener los datos necesarios, los expertos soviéticos diseñaron armas capaces de hacer frente a esta arma.

En agosto de 2008, durante el conflicto armado en Osetia del Sur, Rusia capturó cinco vehículos militares estadounidenses Hammer, equipados con los sistemas electrónicos y de inteligencia más avanzados. Pese a que los políticos estadounidenses pidieron reiteradamente que Moscú devuelva los carros blindados, las cosas no funcionan así, y Rusia nunca devuelve sus trofeos de guerra.