"El coste del subsidio al diésel hasta el fin de año puede ser menor, pero no mayor que 9.500 millones de reales (2.560 millones de dólares)", dijo el funcionario, añadiendo que esta cuenta se pagará "con extremo sacrificio".
Los camioneros están en huelga desde el pasado 21 de mayo y por el momento las medidas anunciadas por el Gobierno no consiguieron acabar con las paralizaciones, que están causando un fuerte impacto en el abastecimiento.
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El 27 de mayo por la noche, el presidente Michel Temer anunció una reducción del precio del diésel: 0,46 reales (0,12 dólares) por litro durante 60 días, pero a pesar de la promesa la mañana de este 28 de mayo los camioneros mantenían la mayoría de bloqueos.
Para lograr los otros 0,16 céntimos de rebaja el Congreso Nacional tendrá que aprobar medidas para volver a cobrar impuestos de sectores que ahora se beneficiaban de exenciones fiscales.
"Hicimos un esfuerzo brutal para acabar con este movimiento que está provocando daños; fuimos hasta el límite de donde podíamos ir (en términos presupuestarios) para normalizar el movimiento", declaró el ministro, que remarcó que no hay más recursos más allá de lo anunciado.
Guardia también afirmó que el Gobierno no influirá en la política de precios del petróleo, que Petrobras mantendrá su independencia para fijar las tarifas y que el problema del aumento de los precios del petróleo afectó "al mundo entero", no sólo a Brasil.
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El ministro de Economía añadió que las medidas anunciadas no afectarán a los objetivos fiscales del Gobierno (se espera un déficit de 159.000 millones de reales, 42.800 millones de dólares para el año 2018) y que la caída de precios empezará a notarse esta misma semana.
